SILLERÍA CORAL RENACENTISTA DE LA EX CATEDRAL DE SAN VICENTE DE RODA DE ISÁBENA (?-1581)

05.06.2022


Autora: Isabel Romanos Cólera   Directora de la Tesis: M. Carmen Morte García 

Texto tomado de la tesis presentada en el 2000, titulada: Las sillerías corales del alto Aragón en el Siglo XVI.

La villa ribagorzana de Roda de Isábena se encuentra situada en el valle del Isábena, siendo motivo de numerosas especulaciones el origen de su sede episcopal. La investigación documental refuerza la idea de que su creación responde al interés de la política carolingia, consciente de la necesidad de reforzar el cristianismo frente al expansionismo islámico, tanto desde el aspecto religioso como político-militar. La tradición relaciona el comienzo de la diócesis con el obispo Atón, hacia el segundo tercio del siglo X, pero fue en el año 956, bajo el obispado de Odisendo, cuando se consagró la iglesia catedral de Roda de Isábena bajo la advocación de san Vicente. Hacia el año 1030, el obispo Arnulfo llevó a cabo una nueva consagración, en esta ocasión bajo la advocación de san Vicente y san Valero.154 Sus obispos se intitularon ripacurcenses por el condado al cual pertenecían y rotenses por la catedral.

Entre las vicisitudes del obispado hay que destacar que el obispo Poncio de Roda, con el beneplácito de Pedro I, trasladó la sede episcopal, en el año 1101, a la recién conquistada ciudad de Barbastro, siendo obligado a abandonarla su sucesor, san Ramón, a raíz de una conspiración en la que participaron Alfonso I, el obispo Esteban de Huesca y nobles de la ciudad.155  Después de la muerte de san Ramón, volvieron a compartir la sede episcopal los obispos de Roda y Barbastro. Años más tarde, tras varios pleitos entre los obispados de Roda y Huesca, Guillermo Pérez, obispo de Roda, consiguió trasladar la sede a Lérida, tras la conquista de esta ciudad en el año 1149, aunque el cabildo de canónigos permanecería en la catedral de Roda.156

la existencia de un primer coro medieval queda de manifiesto en una disposición mediante la cual, en los sínodos diocesanos, los canónigos de Lérida y Roda alternarían sus asientos en el coro como testimonio de formar parte de una misma diócesis. Esta sillería, en la actualidad desaparecida, fue sustituida por otra muy sencilla, realizada en el último tercio del siglo XVI por iniciativa del prior Luis de Villalpando. debió finalizarse hacia el año 1581, según consta escrito en el friso superior de la misma.

HISTORIA DE LA SILLERÍA CORAL DE LA EX CATEDRAL DE SAN VICENTE DE RODA DE ISÁBENA

la sillería coral, concluida en 1581 y reformada en 1628, se encuentra en la actualidad ubicada en la sala capitular y fue realizada bajo el mandato del prior Luis de Villalpando.157 En modo alguno tiene relación con la sillería coral, cronológicamente posterior, que hoy ocupa los pies de la ex catedral.

Manuel Iglesias nos aporta algunas noticias referentes a la historia de esta sillería, que identifica con el coro situado en el interior de la ex catedral y que creemos que hacen referencia a la sillería del siglo XVI, situada en la sala capitular. Alude al decreto de visita pastoral del obispo de Lérida, Pedro A. Serra, el 11 de diciembre de 1628, en el cual dispuso lo siguiente:

puesto] que muchas sillas [del coro] están viejas, rotas y malas; y que en el refectorio de dicha casa hay unos bancos grandes y buenos con respaldo y toldo pequeño encima [...] ordenamos [...] que de los bancos que hay en el refectorio hagan tantas sillas en el choro cuantas se pudiese, cuidándose para las que faltaren y para los brazos dellas de la mejor madera que saliese de las sillas que ay en él, y poniendo la Cathedra Pontifical en la testera de dicho coro con la elevación que se le debe y designan el Pontifical y Ceremonial Romanos. y señalamos que para la silla del prior mayor de roda la mano derecha de la silla pontifical, y para el prior del claustro la de la mano izquierda, y para los demás prebendados de dicha iglesia y prior de Monzón las sillas siguientes a las dichas en una y otra parte conforme a la preheminencia, y las siguientes dellas para los canónigos, conforme a la antigüedad de su profesión etc. etc. sobre lo qual allí executará el dicho prior, Cabildo y Canónigos dentro de dos años.

Encargó también reformar la silla presidencial, que había suscitado cierta polémica entre el prior Tomás de Bielsa y el cabildo, con el obispo de Lérida Pedro A. Serra, quien en 1628 mandó reformarla al escultor Zabala y destinarla para uso exclusivo del obispo, el día que presidiera el capítulo.158

Puesto que en la documentación se indica claramente que para esta restauración se empleasen los bancos del refectorio y en la estructura de estos sitiales se observa la reutilización de este tipo de materiales, no nos cabe la menor duda de que se está refiriendo a la sillería de la sala capitular, la cual no presenta ninguna relación con la tipología habitual de una sillería coral (foto 36).

Cuando, debido a su mal estado, se determinó la restauración del coro, la sede de Roda ya no gozaba del esplendor que había tenido ni tan siquiera de esa recuperación que se había intentado en la primera mitad del XVI. Por tanto, el estudio de este coro tiene más interés como valor testimonial del declive de una sede que había gozado de gran importancia a lo largo de la Edad Media que por su valor artístico. Este declive comenzó a partir del traslado de su obispo a la ciudad de Lérida, tras la conquista de la ciudad del Segre por el conde Ramón Berenguer IV, para que desde allí presidiese la sede de Roda-Lérida.

En la primera mitad del siglo XVI vivirá un intento de recuperación, coincidiendo con la regencia de la iglesia y capítulo de roda del prior Pedro Agustín, hijo del vicecanciller de Aragón y hermano de Antonio Agustín, eminente humanista y arzobispo de Tarragona. Bajo su mandato, la catedral ribagorzana acrecentó su acervo cultural mediante esculturas, pinturas y ornamentos realizados por artistas de primera fila como Gabriel Joli, autor del retablo mayor, contratado el 1 de marzo de 1533. 159

Paralelamente al declive de Roda, en la segunda mitad del siglo XVI, asistimos al auge que va cobrando la iglesia de Barbastro. Esto, junto a la necesidad de prevenir la infiltración del protestantismo a través de los valles pirenaicos, motivó que el rey Felipe II propusiese al papa Pío IV crear una nueva diócesis en la mencionada ciudad de Barbastro, con independencia de Huesca y Lérida. La oposición de los obispos de Lérida y Huesca y la reestructuración diocesana del Alto Aragón hicieron que esta creación se demorase hasta el 18 de junio de 1571, año en el cual el papa Pío V, accediendo a los deseos de Felipe II, transformó, mediante una bula, la colegiata de Barbastro en sede episcopal.160  Así, a la par que en Roda se estaba llevando a cabo una sencilla sillería coral, que finalizan hacia 1581, en Barbastro se había acometido, desde 1575, el proyecto de realizar un magnífico coro, acorde con la nueva situación de su iglesia, convertida en catedral, para lo cual se firmó un documento de capitulación entre el cabildo de Barbastro y el escultor zaragozano Jorge Comón en al año 1578.

ESTRUCTURA Y ASPECTOS FORMALES Y ESTILÍSTICOS

La sillería coral realizada en el siglo XVI se encuentra actualmente instalada en la sala capitular de la catedral de Roda de Isábena, a la cual se accede desde el claustro. Su disposición presenta forma de U y está formada por quince sitiales.161

Quizá en algún momento pudo tener más pero, debido a la escasez de fuentes documentales e históricas, no podemos confirmarlo Está trabajada muy toscamente en madera de pino, no correspondiendo la estructura de estos sitiales a la tipología habitual de lo que son las sillas corales. Se conserva el atril, situado a la izquierda según se accede (foto 37).

Los tramos laterales están formados por un sitial doble y uno sencillo, unidos al tramo central por los tableros que configuran el ángulo y que dejan inutilizada la parte del asiento correspondiente a la esquina. El tramo central está compuesto por dos asientos dobles a cada lado de la silla presidencial, la cual se encuentra sobreelevada y situada en el centro.

La parte inferior del sitial presenta la tipología de los bancos habituales en el mobiliario del siglo XVI en Aragón, que todavía se pueden encontrar en algunas iglesias, incorporando elementos ondulados para decorar la parte frontal de la tabla correspondiente al asiento. Los respaldos de los sitiales se han configurado mediante tableros unidos, excepto el de la silla presidencial, que presenta una ejecución más cuidada. Las uniones de dichos tableros se cubren mediante una moldura vertical, lisa, cruzada en el centro por otra horizontal, también lisa, configurando así cuatro paneles sobre los que podemos ver diferentes motivos decorativos, en su mayoría superpuestos y algunos de ellos posiblemente reaprovechados (foto 38).

Como separación de los sitiales, se han dispuesto soportes a modo de pilastras de orden dórico, estriadas en su mitad superior. A modo de remate se ha utilizado un sencillo entablamento, sobre cuyo friso se han colocado motivos decorativos variados. Los apoyabrazos son los habituales brazos de banco, rematados mediante una sencilla voluta que reposa formando ángulo recto sobre otra pequeña voluta, situada sobre la tabla que configura el asiento.

La silla presidencial (foto 39) se encuentra sobreelevada y su asiento está formado por una tabla rectangular apoyada sobre balaustres que decoran su frente. Los brazales son brazos de banco ya descritos anteriormente y el respaldo está constituido por dos paneles horizontales separados mediante moldura; sobre ellos, a modo de respaldo alto, un panel vertical decorado, delimitado en cada lado por una moldura estriada y una banda vertical con decoración de ángulos agudos paralelos, enmarcada con una pequeña moldura. Sobre este panel se dispone un entablamento rematado mediante frontón, en cuyo centro apoya una pilastra, rematada a su vez con otro estrecho entablamento. La separación de los sitiales contiguos se enriquece añadiendo un estrecho cuerpo vertical con decoración de balaustres aplicados. Sobre dichos sitiales se colocan a su vez, como remate, dos paneles cuadrados con decoraciones heráldicas.

Los motivos que decoran esta sillería coral, realizados en bajorrelieve y mediorrelieve, presentan una labra muy tosca que más parece corresponder a la mano de un carpintero local que a un tallista de sillas de coro.

ESTUDIO ICONOGRÁFICO Y ORNAMENTAL

La decoración de la sillería coral, ubicada en la sala capitular de la ex catedral de Roda de Isábena, no parece responder a ningún programa iconográfico. Se adorna mediante diversos motivos ornamentales que se sitúan sobre los respaldos, friso, frontal de los asientos y paneles situados sobre el entablamento de las sillas contiguas a la silla presidencial. Entre ellos podemos observar elementos decorativos no labrados directamente en los paneles, ya que son piezas sueltas, talladas, que se disponen pegadas sobre el panel, quizá reaprovechadas de otra obra mueble. Algunos corresponden a repertorios del siglo XVI, mientras que otros son más propios del siglo XVII, por lo que estos últimos debieron realizarse cuando el obispo Serra decretó la restauración de esta sillería coral. A este segundo momento corresponderían los jarrones con flores estilizadas, que parecen más propios de la labor del XVII (foto 40).

Curiosamente, en la silla episcopal, aunque documentalmente tenemos constancia de que su ejecución se realizó en el siglo XVII, los motivos que decoran su respaldo se han hecho, quizá para guardar una cierta armonía, imitando las decoraciones propias de los repertorios del XVI. La labor de talla, más cuidada que en el resto de la sillería, presenta motivos no superpuestos sino realizados en el propio panel, configurando un querubín en la zona superior, sobre motivos ornamentales compuestos por tiras de cueros recortados dispuestos a candelieri con algún elemento vegetal, bajo los cuales se dispone una cabeza cubierta con tocado de nudos (foto 41).

Gran parte de estos motivos son de temática vegetal, como hojas y flores de acanto, composiciones variadas a base de tallos y hojas, tallos metamorfoseados en pequeñas cabezas de animales fantásticos, motivos florales, un motivo vegetal con peras, etc.

También podemos ver algunos objetos de factura artesanal como copas y jarrones, pero siempre como soporte de elementos florales y vegetales. De igual modo, observamos composiciones formadas por cartelas de cueros recortados y volutas diversas de tiras correiformes, así como varias columnas estriadas de las que surge un motivo vegetal.

En la zona superior de las sillas inmediatas a la silla presidencial encontramos unos paneles decorados con motivos heráldicos. En ambos se ha tallado una cartela de cueros recortados, en cuyo interior se dispone un escudo con un edificio, fortaleza o castillo. El de la derecha, de frente al espectador, recuerda a la reproducción de la fachada de la ex catedral de Roda de Isábena. En ambos edificios se disponen dos elementos circulares sobre y bajo ellos, cuyo significado desconocemos. También se ha tallado otro pequeño edificio en uno de los respaldos y, en este caso, sobre el mismo se dispone un círculo en cuyo interior hay una estrella de ocho puntas, y bajo él otro círculo con líneas incisas semicirculares paralelas, a modo de rueda (foto 42).

En otro de los respaldos, dentro de un círculo que forma parte de una composición de volutas de cueros recortados y elementos vegetales, se ha tallado una estrella de ocho puntas; en otro, dentro de una pequeña cartela, hay una inscripción con las letras IHI, cuyo significado no nos ha sido posible averiguar.

NOTAS

154. CARPI, J. (1889), «Roda», en Aragón histórico, pintoresco y monumtal, dirigido por J. PLEYÁN DE PORTA y Sebastián MONTSERRAT DE BONDíA, zaragoza; reprod. facs.: huesca, la val de onsera, 1994; iglesias costa, m. (1989), roda de isábena. historia y arte, huesca, delegación diocesana pcb, pp. 10 y 26.

155. huesca (1807), vol. lx, pp. 132-141.

156. huesca (1796), vol. vi, pp. 162-176; (1807), vol. ix, pp. 204-206; durán gunim, a. (1994), «obispados del alto aragón», en signos. arte y cultura en huesca. de forment a lastanosa. siglos xvi -xt a, huesca, dga/dph, .

157. iglesias costa, m. (1987), «catedral de roda de isábena» en las catedrales de aragón, zaragoza, p. 46.

158. iglesias (1989), pp. 115 y 125.

159. bustamante garcía, a. (1994), «damián forment y la escultura del renacimiento en huesca», en signos. arte y cultura en huesca. de forment a lastanosa. siglos xn-xvn, huesca, dga/dph, pp. 59 y 60; morte garcía, c. (1994), «puertas del retablo mayor de roda de isábena», en signos, huesca, pp. 198-201.

160. DURÁN (1994), pp. 41-43.

161. Consultar el esquema de este coro en el gráfico iv. La longitud de los tramos, situándonos frente a los sitiales, es de 2,60 m el tramo situado a la izquierda, 7,70 m el frontal y 2,68 ni el de la derecha. Los sitiales miden 2,08 m de altura total. La silla presidencial, sobreelevada, alcanza 2,85 m. La profundidad de los asientos es de 40 cm aproximadamente, mientras que la anchura, al ser un banco corrido, oscila bastante, situándose los brazos a una distancia que mide entre 51 y 65 cm.

Se puede visitar estas páginas donde encontrarán el texto integro de este magnifico estudio., realizado por : Isabel Romanos Cólera, dirigida la tesis por : M. Carmen Morte García

https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=159480

https://issuu.com/diputacionprovincialdehuesca/docs/silleriascoralesdelaltoaragonenelsigloxvi__1_